En una entrada anterior, vimos que para unos chinos de hace siglos el
principio de inercia era evidente,
mientras que para Aristóteles era absurdo
o imposible. Podríamos caer en la
tentación de decir que la experiencia
muestra que el principio de inercia es cierto. En ese caso, surge un
problema: ¿qué es lo que vieron los chinos en la naturaleza que no vio
Aristóteles? ¿Qué se le escapó a Aristóteles de la experiencia para no ver el
principio de inercia? Es más, no para no verlo, sino para considerar que era
¡absurdo! La respuesta fácil sería decir que Aristóteles no se molestó en mirar
la naturaleza. Especulaba sin más. Pero cuesta creer que una persona que se molestó en observar,
describir y clasificar centenares de animales y plantas no mirara la
naturaleza. Y cuesta creer que durante mil años se siguieran las doctrinas
aristotélicas sin mirar la naturaleza ni de reojo.
miércoles, 30 de julio de 2014
miércoles, 23 de julio de 2014
El principio de inercia, o cómo algo absurdo puede llegar a ser evidente
Y ahora ya sí, la primera entrada de
verdad del blog. Después de la presentación, toca pasar a las “cosas serias”.
Y ya que quiero hablar de cosas que he aprendido, qué mejor que empezar por el
primer tema que estudié con profundidad cuando hice historia de la física: los
orígenes del principio de inercia.
lunes, 21 de julio de 2014
Bienvenidos
Bueno, pues aquí estoy estrenando este blog. Después de algún tiempo
meditando sobre ello, he decidido crear este blog para explicar algunas
curiosidades o aspectos de la ciencia que creo que no son muy conocidos y que
pueden ser interesantes para tener una mejor idea de cómo funciona la ciencia. El
propio concepto de lo que es o no es ciencia varía con el paso del tiempo,
convirtiendo a algunas ciencias prestigiosas en pseudociencias. ¿Os imagináis
que la Física, probablemente una de las ciencias más reputadas y respetadas, se
pueda convertir en una pseudociencia en el futuro? Seguramente no, yo desde
luego no lo creo, pero los alquimistas tampoco pensaban que ese sería el
destino de su saber. En este blog pretendo reflexionar sobre estas cuestiones
filosóficas, sociales, culturales, digamos “no científicas” de la ciencia, y
que, sin embargo, sin las cuales la ciencia no se puede entender. Estudiar
Historia de la Física en la carrera me hizo ver que el llamado “método
científico” no es tan objetivo e infalible como pudiera parecer a simple vista.
Veremos algunos ejemplos históricos de controversias científicas o situaciones
en general que la ciencia soluciona de forma poco “metódica”, por decirlo así.
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